Mi vida, pensamientos y pareceres

Sunday, September 25, 2005

Al cliente ¿lo que quiere o lo que necesita?

“Cuando Agosto era 21”

Fernando Ubiergo 1978

Se ocultaba en los pilares
de los viejos pasadizos
para esconder el hijo
que pronto le iba a llegar
fue difícil esconder
en un pobre delantal
los tres meses de más

Y salía del colegio
con un siete en la libreta
y en el vientre una cometa
que pronto querrá volar,
y se iba a caminar
yg se iba a preguntar
por las calles sin final.

Y se fue donde un cura,
quien le dijo era pecado,
y muy pronto un abogado
le habló de lo legal,
y fue el profesor de ciencias
quien le habló de la inconciencia
de la juventud actual
de la juventud actual

Los que juzgan
no han sentido
el amor, el dolor
y en el vientre
unos latidos
y se enredan
en prejuicios,
y el amor, se quedó
en unos cuantos latidos.

Y sobraron los consejos
que le hablaban de pastillas
de una vieja mujercilla
que el trabajo lo hace bien
no faltó una buena amiga,
esa amiga entre comillas,
que le dio una dirección.

Y salía del colegio
en una fría mañana
cuando la vieja campana
aún no daba su talán
mientras el profe de ciencias
hablaba de la inconciencia
de la juventud actual.

Cuando agosto era 21
la encontraron boca arriba
con la mirada perdida
y su viejo delantal
y en el bolso del colegio
dibujado un corazón
que decía tú y yo
que decía tú y yo

Los que juzgan
no han sentido
el amor, el dolor
y en el vientre
unos latidos
que se enredan
en prejuicios
y el amor...



La canción que antecede este post, me pareció muy compleja, es una crìtica
total a una sociedad llena de prejuicios, pero tiene un fragmento que me
llamó poderosamente la atecnión:

“Y se fue donde un cura,
quien le dijo era pecado,
(...) de la juventud actual”

Esto porque las personas que le aconsejaron, el cura, el abogado y el
profesor de ciencias lo que hicieron fue “vender” su producto, la
salvación, la asesoría legal y lo que le exija su trabajo
(respectivamente), sin embargo, la utilidad práctica de esos “productos”
fue totalmente inútil.

Escuché recientemente que los vendedores se vuelven cada vez más
“carebarros” para poder vender su producto ¡Y hasta qué punto podemos
llegar! Cuando una persona llega a buscar un producto, por lo general, es
porque tiene una necesidad por bajo, que puede o no conocer. Veamos el caso
de la joven de la canción, al parecer su problema era que estaba embarazada
estando aún el colegio. Sin embargo, lo que ella realmente tenía (como bien
lo expresa la canción) era un pobre y magullado corazón, tras haber sido
abandonada por el padre de la criatura, probablemente poco después de
entarse que iba a ser padre.

Si nosotros como vendedores buscamos siempre satisfacer nuestro ego, nuestro
bienestar material, aparte de estar siendo egoístas, nos quedaríamos sin la
sutil compañía de nuestros clientes que tarde o temprano se van a sentir
estafados por el producto que les vendemos (aplicable también al
software ;) ).

Muchas veces las personas lo que quieren es dinero, amistades, poder... Esto
sin percatarse que lo que realmente necesitan es trabajo arduo, amigos,
liderazgo... Volviendo al caso de la protagonista de la historia, lo que
quiere es corregir el error que cometió, pero lo que necesita es la cabeza
para poder comprender la situación y la responsabilidad necesaria para
traer al mundo a una inocente criatura.

El verdadero problema surge cuando nos percatamos que lo que el cliente
quiere, pide y necesita no es lo mismo, de hecho, casi nunca lo es. Lo que
supongo debemos hacer es comprender bien lo que se nos pide, pregunta y/o
comenta tiene como fuente lo más notable y claro, o tiene un transfondo más
allá de lo que podemos notar.

Retomando el caso de la protagonista de “Cuando Agosto era 21”, si a un cura
le hacen un comentario cuya respuesta fue “es pecado”, quizá pudo haber
entendido los fundamentos lo que podemos esperar de una persona dedicada al
amor al prójimo y a servir a las personas pues debería quizá tratar de
entender, aprender y apoyar el caso de una niña en el mundo. El abogado,
más allá de la situación legal, como un conocedor de los fenómenos
sociológicos que lo alimentan, pues podría dejar de entender ese caso como
una estadística. Finalmente, el profesor de ciencias, al comenzar a hablar
de la inconciencia de la de juventud, pues podría como mínimo darle un
lugar más humano, más lleno de emoción y mucho más comprensivo de la
realidad integral que implica ser humano, en lugar de simples instrucciones
a seguir tal cual máquina.

Quizás al leer este comentario se puedan preguntar el fin o el provecho que
YO puedo sacar de tomarme la delicadeza de servir de algo a las personas
que me rodean, de intentar brindar lo que necesitan, pero la respuesta es
simple, cuando brindamos un servicio (aparte de lo bien que nos puede hacer
sentir), lo que buscamos es que algún día alguien haga lo mismo por
nosotros y si somos un buen modelo, quizá pronto seremos tratados tal cual
nosotros somos capaces de tratar.

“No hagas a otros lo que no te gustaría que te hicieran a ti”
“Ama al prójimo como a TI mismo”

Eddy


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"Entre más grande es el pensamiento,
más pequeño es el mundo"

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