Mi vida, pensamientos y pareceres

Friday, November 25, 2005

¡Uff! ¡los médicos!

Para mí casi no hay nada peor que la ciega fe que se le tiene a los médicos corrientes, lo único peor que eso es la falta de fe que los médicos profesan en contra de los médicos homeópatas, reflexólogos y a veces hasta acupunturistas.

Acoto que mi hermana estudia medicina, pero sé que ella sabe que en realidad necesita de ambas corrientes, por lo mismo está sacando acupuntura :)

A continuación, unas experiencias (algunas traumáticas) con los benditos médicuchos, versus los que curan:



Experiencia número 1:
Tenía yo cinco años, estaba con 40 grados de calentura y una fuerte tos seca (de esa en la que no interviene flmea alguna), eran las 3 am, y fuimos al hospital de niños, donde un doctor dijo: "no tiene nada" y mandó antibiótico super recetado, 3 días más tarde un pediatra privado dijo que tenía pulmonía.
Once años más tarde, un iriólogo, sin hacer ninguna pregunta, más que mi nombre, me dijo que tenía gastritis como consecuencia de haber tomado mucho antibiótico cuando niño.

Experiencia número 2:
¿Cómo hace un médico corriente cuando quiere saber si alguien está pasado de colesterol en la sangre? Pues los inútiles, tienen que mandar a hacer un examen de sangre.
Mi mamá fue a hacerse un exámen y le salió que tenía 202, cuando el máximo es 200
¿Cómo hace un acupunturista? Tocan un punto del pecho y se dan cuenta.
Ese mismo día, mi mamá llegó a su acostumbrada cita con la acupunturista y sin decirle nada, la acupunturista dijo: "tiene un poquito de colesterol, ya ya se lo quitamos"

Experiencia número 3:
Un médico corriente, no puede darse cuenta de los males internos que el cuerpo refleja tras experiencias traumáticas, sin embargo un reflexólogo, sin embargo se da cuenta de todo tipo de alergias y de todo tipo de traumas desde que uno era feto.
(la experiencia reveló cosas muy personales, pero sin embargo, se la recomiendo a todos).

Experiencia número 4:
Qué hace un médico cuando un tendón se inflama? Lo enyesa y se prepara para lo peor.
Mi mamá tuvo una muñeca inflamada, no podía hacer ningún giro con la mano, fue al médico de empresa quien la preparó para la posibilidad de un retiro prematuro porque había que operar y era una operación muy riesgosa y una incapacidad. Recibió dos inyecciones para calmar el dolor y una receta para cataflán.
Cuando fue donde la acupunturista con la mano guindando del cuello, pues ella la regañó por haber ido donde el médico corriente, luego de ponerle las agujas,
primero: se desinflamó
segundo: ya no dolía
tercero: salió un cuágulo de sangre negro que estaba dentro del tendón, sin operación!.

...

Y todavía hay gente que cree en los médicos convencionales!

¡No lo puedo creer!