Mi vida, pensamientos y pareceres

Saturday, December 24, 2016

La gran Estafa de la educación costarricense


Inicialmente quería titular esta entrada con el nombre de: "El engaño en la educación" sin embargo, creo que la palabra engaño carecía del mismo sentido que la palabra estafa, esto porque, si bien es cierto, en una estafa también debe de haber un componente de engaño, la estafa también conlleva una pérdida económica o de bienes materiales que podría llamar más la atención de la población en Costa Rica, al menos.

Resalto que estoy totalmente de acuerdo con el método de financiación con el que se cuenta en CR y creo que podría ser mayor aún el aporte, sin cuestionarlo mucho. Lo único que pido es que se cumpla lo prometido.


Antecedentes históricos


La educación secundaria y primaria fue privilegiada en Costa Rica (al no tener ejército), se logró invertir una gran cantidad de recursos para poder declarar la educación gratuita, obligatoria y financiada por el estado. A partir de este punto, todo estuvo genial, se pasaron leyes que obliguaron a las personas a estudiar (que no debiera de ser obligado, dado que es un privilegio al que todos debiéramos aspirar), se les va a brindar todo lo que necesiten (incluso alimentación, algo positivo que se mantiene hoy en día) y vamos a proveerles educadores altamente calificados.

Para aclarar ese punto, de tener educadores altamente calificados, eso en los 50's era una verdadera joya, definitivamente podíamos ostentar con orgullo aquello de ser "La Suiza centroamericana", donde para ser profesor se necesitaba tener formación pedagógica y se contaba con leyes que lo garantizaran. Para poder dar una clase, era necesario haber llevado 7 años de pedagogía y las materias que eran impartidas en ese momento. Aún en este punto histórico, todo era bueno. Sin embargo esto cambió radicalmente en los 70's, cuando empujados por una gran población infantil, la demanda de profesores excedía por mucho la oferta. La Escuela Normal y la Facultad de Educación de la UCR no graduaban al ritmo que era necesario. La población de Costa Rica se había duplicado en 15 años y esa facilidad para "reproducirnos como conejos" conllevó a la eliminación de las leyes que exigían formación docente para poder dar clases. Y pasamos de que cualquiera podía estudiar para ser docente al punto donde el que era docente podía ser cualquiera.

Esa iba a ser una medida temporal, mientras se estabilizaba el modelo y se formaban nuevos docentes. Sin embargo, esta eliminación de ley, precipitó el cierre de la Escuela Normal y su "conversión" a Universidad en 1973 y a que nos mantuviéramos dormidos en los laureles, al punto en que se eliminó el examen de bachillerato para el mismo año (examen colegiado que debían de hacer todos los estudiantes de secundaria del país para poder graduarse), lo que según mi mamá afectó seriamente la calidad de los egresados. Por lo que se buscó volver a poner el examen de bachillerato en los 90's y fue en efecto puesto en marcha para el 91. Actualmente el examen de bachillerato tiene un valor del 65% de la nota de un estudiante en la materia que representa.

La Estafa


Si vamos a hablar de una estafa es necesario justificar que se trata de un timo, donde una parte pone el dinero y alguien lo toma (a veces con premeditación y alevosía) para supuestamente entregar un bien o un servicio que a la larga nunca llega a ser el esperado.


En términos universitarios de CONARE (Consejo Nacional de Rectores, en Costa Rica, conjunto de rectores de las universidades públicas) cada estudiante tiene un costo cercano al millón de colones (1800 dólares americanos) cada mes que estudia en una universidad. Ese dinero lo paga casi en su totalidad la sociedad costarricense, cubriendo el 98% con sus impuestos. El estudiante aporta el 2%, el cual es utilizado casi en su totalidad para brindar becas a quienes lo necesiten para sostener sus estudios.

Esa inversión implica un 8% del Producto Interno Bruto de Costa Rica, quien hace años decidió apostar por la educación. Es importante mencionar que sólo el 5% de la población tiene acceso a esta educación superior, la que se escoge con un examen de admisión que se realiza a nivel nacional para cada una de las universidades.

Esa es la inversión en la educación superior, sin embargo, el Ministerio de Educación Pública (MEP), tiene un presupuesto mucho mayor, porque se supone que debe cubrir al 100% de la población (al menos en una etapa de su vida). Si fuéramos discretos y asumimos que los costos de un estudiante de primara o secundaria fuera 1/12 del costo de un estudiante universitario (justificado por la diferencia en laboratorios especializados, la gran cantidad de estudiantes o una diferencia salarial significativa), eso implica que cada estudiante que se gradúa tiene un costo mínimo de 11 millones de colones. Sabemos que al final, el MEP brindará un certificado que indica que es un bachiller de educación media y que cumple con tener los conocimientos de un "Bachiller en Educación Media"



Una estafa exitosa


El éxito de una estafa radica en que se logre engañar a la víctima, de forma que pague lo pactado y reciba algo diferente a aquello que pagó. Lo que pasa en Costa Rica es que perdimos el norte por completo de lo que esperamos al pagar por la educación. Hemos cambiado conocimiento por títulos. ¡Y nos lo estamos creyendo!. Cada año que se anuncian cerca de 20.000 graduados de secundaria, estamos diciendo que se imprimieron 20.000 de esos titulitos, se indica que además hubo 40.000 personas que no pasaron alguno de los exámenes de bachillerato, por lo que se deberán atender quejas del examen, típicamente se eliminan las preguntas más dificiles (ojo, no que están mal planteadas, sino que eran las más difíciles) y ahí pasan unos cuantos más... otros apelan que se les debe tomar las notas ponderadas de educación física, arte, música, etc para mejorar su ponderado ...

Uno de los hechos que más evidencia la falacia es la prueba de redacción y escritura, donde se destinan 10/100 puntos a ortografía, de modo que el evaluador no puede poner menos de cero puntos en este rubro, de forma que se puede tener a un estudiante que sea incapaz de poner una tilde correctamente, de poner en mayúscula correctamente en el idioma español que eso sólo le va a afectar muy poco de su nota real. Lo que a mi gusto ha llenado las universidades de personas que no sólo carecen de una noción de como escribir correctamente, sino que, peor aún, defienden su derecho a no saber escribir, después de todo, tienen un título que dice que saben redactar, ¿no?

Entonces la estafa es exitosa a un punto en el que ya se ha vuelto imparable, incontrolable... Para hacerla aún peor, quieren quitar, de nuevo, el examen de bachillerato, porque se trata de un escollo en la carrera de muchas personas, dado que para conseguir una gran cantidad de trabajos es necesario ese "dichoso" título.

El problema es que el cáncer está ahí, la falta de educación calificada es clara, porque el examen de bachillerato garantizo que no cubre los contenidos que supuestamente cubre. Incluso, no conozco a ninguna persona que con el título en la mano, pueda identificar un ejemplo de todos los temas que supuestamente se cubren en bachillerato (en eso me incluyo, fue hasta el año pasado, por cuenta propia, donde pude decir que domino los temas de bachillerato de matemática y eso que cuando era estudiante quedé en los 21 finalistas de la Olimpiada de Matemática de Costa Rica).

El problema es que a nadie parece importarle. Lo que es peor, ya casi no quedan de aquellos profesores de antaño y quienes damos clases somos quienes han sido criados, en su mayoría, por aquellos profesores sin formación en docencia, agravando la situación hasta llegar a límites exagerados.



Las consecuencias

Cuando recapitulo las consecuencias de toda esta oleada de mediocridad, me asusto...

Recuerdo con un poco de enojo cuando comentando con una estudiante que me habían ofrecido recién graduado un puesto donde me ofrecían cerca de 2500 dólares para comenzar y con posibilidad de renegociación tras 3 meses de trabajo en una empresa bastante "prestigiosa", y su respuesta fue: "Diay profe? Entonces qué está haciendo aquí?"

Lo que me delata dos condiciones, primero ella cree que los profesores estamos ahí dando clases porque "no encontramos algo mejor" y lo segundo que es más grave, que "somos incapaces para encontrar algo mejor". Sin embargo ese sentir, de que los profesores son inútiles, es en realidad una norma, en lugar de una excepción, lo que se convierte en una percepción donde aquellas personas más capaces pueden dejar de lado la opción de ser profesores para evitar ser encasillados de la forma en que se aceptó socialmente hace más de 40 años y que hemos mantenido.

Quizá los más graves están fuera de la universidad, algunos de los cuales los cito en esta lista:

Caso 1:  (En una gasolinera)

Cliente:        Hola, me puede vender un galón de gasolina? (con un envase en la mano)
Dependiente: Lo siento, señor, no puedo venderle un galón
Cliente:          ¿Por qué? (viendo el recipiente y verificando que fuera permitido)
Dependiente: Porque aquí vendemos la gasolina por litros, no por galones.


Caso 2: (En un restaurante)
Cliente:        Yo quiero el pargo asado de medio kilo
Mesero:        No, aquí sólo vendemos lo que está en el menú
Cliente:        Pero aquí está en el menú, yo quiero el pargo de medio kilo
Mesero:        (visiblemente molesto) En este restaurante vendemos por gramos, no por kilos
Cliente:        Me trae el de 500 gramos?
Mesero:       Ahh, el de 500 gramos, ve qué diferencia?

(yo no vi ninguna...)

Pero dejemos de lado a aquellas personas que nunca llegaron a la universidad, veamos cómo es el comportamiento de las personas que sí llegaron a la universidad.

Caso 3  (en una pregunta oral)
Profesor:      ¿Cuánto es 2.2 por 1000?
Estudinate:   ¿Dos punto dos cero cero cero?
Profesor:      Sí, eso por mil
Estudiante:   ¿Eso por mil?
Profesor:      Sí
Estudiante:  ¿Dos punto dos cero cero cero cero cero cero?

(tiré la toalla)

Caso 4 (en una pregunta oral a estudiantes de segundo año)
Profesor:       ¿Cuál es el máximo común divisor de 6 y 18?
Estudiante1:  3
Profesor:   (a otro estudiante)  ¿Cuál es el máximo común divisor de 6 y 18?
Estudiante2:  3
Profesor:   (a otro estudiante)  ¿Cuál es el máximo común divisor de 6 y 18?
Estudiante3:  3

(yo no pude evitar el facepalm, si no lo vivo, no lo creo)


El problema real que estamos enfrentando es que tenemos muchos estudiantes que están estudiando en la universidad que no quieren corregir sus errores básicos si no lo creen necesario, por ejemplo en ingeniería he visto confundir "haber"con "a ver" o "hay" con "ahi" --sin tilde-- o he visto cosas como "aser" (hacer) o "hacavaria" (acabaría), porque eso "nada tiene que ver con lo que están estudiando" y esto con el beneplácito de las autoridades que no ven necesario exigir a estudiantes que aprendan a escribir. A veces argumentan que el lenguaje es un ente vivo por lo que uno debe adaptarse a la realidad y a la evolución del lenguaje como algo natural. (pero no quiero tener que entender que "va a ver" que ajustarse)

Puse casos ajenos a mi alcance como educador y profesor universitario, pero estoy seguro que con esa "materia prima", estamos graduando personas que no tienen las bases necesarias para poder ejercer apropiadamente como profesionales... si no me creen... los ticos pueden ir a revisar el puente de la platina y sus ingenieros que se las ingenian para fallar en cada arreglo que le hacen, ¿no?

¿Qué hacemos?


Entonces, sí, tenemos una estafa porque Costa Rica está pagando una suma increíble para un producto mediocre (en el mejor de los casos). Lo primero que debemos hacer es caer en la cuenta que es una estafa y tomar todas las medidas necesarias para resarcir este daño que hemos hecho a nuestro país, velando porque los profesores sepan la materia que imparten (por lo pronto, me conformo con que la sepan, luego que la sepan enseñar).

Pero espero poder dejar claro que estamos haciendo las cosas muy mal y que esta mentira nos va a estallar en la cara en algún momento tarde o temprano a menos que hagamos algo, en caso de hacer caso omiso a esta emergencia, espero que la mentira estalle pronto, porque si no, las consecuencias serán peores en el futuro.